Finalmente llegó la versión definitiva: Petti estuvo ahí cuando el barco del rock nacional estaba en llamas, y sobrevivió para contar la historia de Sumo.
Antes de ser una estrella de la tevé y de la radio, el conductor de Duro de domar y Un mundo Perfecto no sólo fue un periodista de rock brillante, sino que cumplió el sueño recurrente de su premio: formar parte de la banda más excitante posible. Fue el saxofonista de Sumo, uno de los pocos grupos a los que la palabra mito no les queda grande. En este libro tierno y salvaje, Petti evoca sus días a bordo de la que fue la más grande máquina de rock que haya funcionado en estas pampas.